Tarde en el Encuentro Diocesano

Los jóvenes en su estado basal: alegres. La felicidad contagiosas de cientos de jóvenes saltando y cantando. No están solos, sus monitores, catequistas, profesores y sacerdotes se unen a esta fiesta que, como canta Migueli, va a romper el sol de tanto calor. Una marea azul que se quiere y canta unida, siendo sol y sal.

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